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4 septiembre, 2025

MURIÓ RAÚL BARBOZA, EL ACORDEONISTA Y COMPOSITOR QUE LLEVÓ EL CHAMAMÉ AL MUNDO

El querido músico estaba radicado en Francia desde 1987, pero volvía en forma recurrente a la Argentina para presentarse en vivo.

Este 27 de agosto, el chamamé argentino perdió a uno de sus máximos exponentes: Raúl Barboza. A los 87 años, el acordeonista, compositor y embajador cultural falleció en París, ciudad que lo acogió en 1987 tras una exitosa carrera en Argentina. Su partida deja un vacío irremplazable en la música litoraleña, pero también un legado imborrable que trasciende fronteras y generaciones.

Raúl Barboza nació el 22 de junio de 1938 en Buenos Aires, aunque su familia era originaria de Corrientes. Criado en un ambiente musical, su padre, Adolfo Barboza, pionero del chamamé en Buenos Aires, le regaló su primer acordeón a los seis años. Con una destreza y virtuosismo excepcionales, fue apodado “Raulito El Mago”. A tan corta edad, ya realizaba presentaciones junto al trío de su padre y grabó para el sello Víctor con el Conjunto Correntino Irupe. Su talento precoz lo llevó a destacarse en el ambiente chamamesero, siendo considerado un niño prodigio.

A finales de la década de 1950, Barboza se integró al trío de Julio Luján y, poco después, formó su propio conjunto con el que realizó presentaciones en Buenos Aires y su primera gira por Brasil. En 1964, grabó su primer disco para el sello CBS titulado Presentando al nuevo ídolo del Litoral, acompañado del guitarrista José Medina y el cantante “Juancito El Peregrino”. Durante esta etapa, también participó en la Misa Criolla y en la película Los Inundados, junto a Ariel Ramírez.

Un grande entre los grandes

A lo largo de su carrera, Barboza compartió escenarios y grabaciones con artistas de renombre como Atahualpa Yupanqui, Astor Piazzolla, Mercedes Sosa, Jairo, Richard Galliano, Carlos García, Ramón Navarro, Cesaria Evora, Peter Gabriel y Juanjo Domínguez, entre otros.

A lo largo de su carrera, Raúl Barboza dejó un legado discográfico notable que refleja la riqueza del chamamé. Entre sus discos más importantes se encuentran La tierra sin mal (1995), Rencontre à Paris (2012), Solo en París (2024), Acordeón de mi tierra (2006), De mi tierra al mundo (2007), Chamamé del litoral (2010), El chamamé de mi infancia (2011) y Raúl Barboza y su acordeón (2016). Estas obras muestran tanto su virtuosismo como su capacidad de conectar la música del litoral argentino con audiencias de todo el mundo, consolidándolo como uno de los máximos embajadores del chamamé. También participó en numerosas bandas sonoras y en 9 películas, consolidando su influencia en la cultura argentina y latinoamericana.

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